A una semana de iniciar el reto DocsDF me siento un poco intimidado. Pequeño.
Mentiría si dijera que de pequeño soñaba con esto. De pequeño soñaba con tantas cosas, pero entre ellas nunca estuvo el hacer películas. A lo largo de mi vida me vi como médico, abogado, periodista, físico, astrónomo, matemático, todo menos productor audiovisual y mucho menos como director de documentales…
Durante la carrera estuve a punto de tirar la toalla en más de una ocasión, afortunadamente no sucedió, pero por mucho tiempo no estuve conforme con la decisión que había tomado.
Ahora recuerdo aquellos tiempos de prepa en los que era bueno, realmente muy bueno en lo que hacía y un profesor en algún momento me llamó al frente y me dijo en voz baja, míralos, en algún momento tú serás el líder de todos ellos… al atravesar por la universidad me sentí tan pequeño y miserable que creí que eso que me habían dicho en realidad no era para mí, que no merecía aquellas palabras y al final terminaría siendo un punto gris en un lienzo gris... invisible.
Desde hace tiempo tengo la manía de mirar las caras de las personas en el transporte público. Trato de imaginar cómo fueron cuando eran niños, adolescentes… a menudo me pregunto qué soñaban en su infancia y si ahora son lo que esperaban ser… probablemente la respuesta sea “no”. Muchos, no todos, pero muchos van con caras largas, cansados, sin ánimo, con la esperanza de llegar a sus casas y descansar para que al día siguiente vuelva a comenzar una rutina calcinante que les va quemando poco a poco el alma… (Estoy tomando como referencia altas horas de la noche, que es cuando solía regresar a mi casa).
Durante mucho tiempo miré a los entes antes citados y sentía un poco de pena por aquellos niños que fueron y ahora no son… durante mucho tiempo me convertí en uno de esos entes de cara larga, cansado y fastidiado, con una rutina calcinante que me iba quemando el alma poquito a poquito…
Ahora, tal vez un poco tarde, tal vez en el momento indicado, me voy convenciendo que no puedo ser un punto gris que se pierde en el lienzo. El momento de separarme de las caras largas y las rutinas flamables ha llegado. Estoy a punto de formar parte del mundo cinematográfico como la cabeza de un equipo formado de prodigios.
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Cuando salí del Bene sentía que podría comerme el mundo a mordidas.
Cuando salí de la universidad sentía que el mundo me comía a mordidas.
Ahora, unos años después, por fin comienzo a darle las primeras mordidas a ese mundo que me quería comer.
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Gander 2004
Gander 2011
1 comentario:
Casi me haces llorar (raro en mí,no?)
Me da gusto que por fin te estés sintiendo así...creo que todos pasamos por el miedo que comentas,todos nos volvemos un punto gris que se va perdiendo.
Pero creo que lo verdaderamente admirable es cuando alguien,como tú ahora,dice "Basta!" y empieza a realmente vivir la vida...
Vas a llegar lejos Gus!
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