mi cabeza no me deja en paz.
Es verdad, tengo momentos de paz, pero la necesidad de salir corriendo se hace presente de vez en cuando y siempre con mayor intensidad.
¿Cómo creerle a aquel que miente cuando jura que no está mintiendo?
Vivir en desconfianza me está enfermando... no solo mentalmente sino físicamente.
No sé cuánto tiempo pueda seguir así...
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