miércoles, noviembre 06, 2019

UNA DE MUCHAS HISTORIAS: IMANES

Hoy vengo a contar una de muchas pequeñas historias.

Esta historia comienza hace diez años. Un chico deprimido que intentaba salir de su estado de desolación recibió la llamada de una amiga, la cual lo invitó a participar como voluntario en un festival de documentales. Él aceptó sin muchas ganas y el día acordado se dirigió a las oficinas de dicho festival. En su trayecto en el transporte subterraneo se percató de una chica que sobresalía de entre las demás en el vagón. Había algo que le llamaba la atención pero no terminaba de entender qué era... al final es irrelevante, pensó el chico, al llegar al transborde cada uno se iría por caminos diferentes y ella se convertiría en una imagen más que se desvanece entre los recuerdos inservibles... pero esto no fue así. Para sorpresa del jóven, la señorita descendió en la misma estación y caminó en la misma dirección que él. El destino de ambos estaba en las mismas oficinas, con las mismas personas y en el mismo equipo de trabajo.
Por azares del destino terminaron trabajando en la misma comitiva. De entre cerca de 200 voluntarios divididos en equipos de 8 a 10 personas, él y ella habían terminado apoyando en el mismo lugar.
Como ya lo había mencionado, a él le llamaba la atención algo en ella... pero al mismo tiempo le caía mal. Había algo en su actitud que le causaba conflicto, y era una situación que compartían los demás integrantes del equipo... era una cierta necesidad de sobresalir, tomar responsabilidades extras y quejarse porque nadie quería ayudarla... por supuesto que nadie dijo nada.
El chico seguía en su estado de apatía. Se encontraba cursando sus últimas clases de la universidad sin mucho ánimo, pues estaba intentando superar el duelo de una relación fallida mientras frecuentaba una amistad que no buscaba nada más allá de unos besos apasionados. Todo esto a la par de los sucesos ya mencionados. En resumen, acudía al festival para no quedar mal con su otra amiga pero realmente no estaba completamente ahí... no al principio.
Fueron nueve días de trabajar desde temprano hasta media tarde. Ella se quedaba más tiempo, él no llegaba temprano... pero algo entre el exceso de responsabilidad de ella y la irresponsabilidad de él comenzó a crecer. Decir que él se enamoró de su actitud y su forma de ser, sería mentir un poco... sí sucedió pero no fue inmediato. Ella no estaba buscándolo a él... él no estaba buscándola a ella, pero algo... el azar... el destino... la suerte... no lo sé... algo los puso en el mismo camino.
El festival terminó tan abrúptamente como comenzó. Fue una media tarde en la que el coordinador de ambos les dio las gracias y ellos se quedaron sin qué hacer, solo regresar a sus casas, a sus vidas, el uno sin el otro... parecía que ahí terminaba esta historia de sentimientos encontrados y personalidades opuestas... pero no fue así. Antes de abandonar la cede donde colaboraban, él decidió robarle un beso. Fue el beso más sincero que jamás había dado. Ella lo respondió. Ninguno de los dos dijo algo, solo se tomaron de la mano y caminaron juntos sin saber qué les deparaba el mañana, pero no hacía falta, porque por lo menos en ese momento tenían paz...

UNA DE MUCHAS HISTORIAS: IMANES

Hoy vengo a contar una de muchas pequeñas historias. Esta historia comienza hace diez años. Un chico deprimido que intentaba salir de su e...