Tantas cosas pasan en los sueños, tantas que a veces me es difícil saber cuales cosas en mis recuerdos fueron sueños y cuales realidades.
Hace poco soñé con mi ex, entonces recordé que alguien dijo que los sueños son deseos reprimidos, cosas que deseamos hacer o que pasen… tal vez sí, pero prefiero seguir como estoy.
Poco después soñé que alguien cercano moría, esto me recordó que dentro de nuestros sueños encontramos nuestros propios miedos, los cuales se hacen presentes cuando más vulnerables somos… como Freddy Krueger, “los atacaré en el único lugar donde no pueden protegerlos”.
Hoy tuve uno de los sueños más y menos satisfactorios, tocaba el piano como solía hacerlo, estaba en dueto con algún extraño y mientras estaba asimilando lo que pasaba, tocaba de maravilla. Cuando me di cuenta que estaba tocando el piano, por alguna razón, me congelé… la siguiente partitura era “Nearer My God To Thee”, el famoso tema de Titanic que toca la banda mientras se hunde el barco, también uno de mis himnos eclesiásticos favoritos…
El caso es que había mucha gente esperando a que comenzara… pero no podía recordar como tocar, miraba la partitura y no comprendía lo que estaba en ella, así que me levantaba y caminaba hacia el otro piano para pedir consejo al segundo pianista, pero no recibía respuesta. Entonces regresaba al piano y trataba de tocar las primeras notas pero fallaba, lo intentaba de nuevo y volvía cometer errores…
Al final el segundo pianista comenzaba a tocar y yo intentaba seguirlo, pero mis dedos no respondían… era frustrante estar ahí, frente a un precioso piano de cola, negro como mi alma y reluciente como una moneda nueva.
Al despertar todavía podía recordar el sueño, la sentada escuchándome tocar, los dos pianos negros, las partituras y a final, el no poder tocar…
Hay tantas cosas que deseamos, queremos, tememos y anhelamos, las cuales se hacen presentes de manera onírica esperando que nos demos cuenta de nuestras pendejadas y vayamos al psicólogo para que nos saque un chingo de lana para que termine diciéndonos lo que ya sabemos, pero le creemos más a él (o ella) porque estudió para decirnos lo que ya sabemos pero nos negamos a aceptar…
Antidios bendiga a los loqueros.
Esto olvidaba en mi sueño:
Reportando desde la delgada línea entre la cordura y la locura (y la estupidez): Gandermaster
